La consigna, tan clara y precisa como contundente, define el estado de situación e interpela a toda la sociedad
A cuatro años del primer Ni Una Menos, por quinta vez consecutiva, organizaciones de mujeres, sociales y políticas de la Ciudad de Buenos Aires, se preparan para volver a las calles.
“Ni una menos”
Los comienzos del movimiento.
Chiara tenía catorce recién cumplidos y un embarazo de 2 meses, cuando el 10 de mayo de 2015 su novio la mató a golpes y la enterró en el patio de su abuelo. Al día siguiente, mientras todo el pueblo la buscaba, el adolescente comió un asado a metros del pozo en el que había escondido el cuerpo y luego, su papá, un policía local, lo acompañó a confesar.
Fue un antes y un después, tanto para la familia, como para el país. El femicidio se volvió un grito de repudio masivo a la violencia de género e impulsó el surgimiento del primer #NiUnaMenos, que un 3 de junio de 2015 congregó a las mujeres que ocuparon la calle para gritar “Ni Una Menos”. La movilización tuvo una magnitud sin precedentes, reunió aproximadamente 200 mil personas en el Congreso y se replicó en 80 ciudades de Argentina. Sólo en la provincia de Santa Fe era el décimo femicidio en lo que iba del año, un saldo de dolor intolerable.
¿Cuál es el panorama actual?
La oficina de Violencia Doméstica reveló que durante el primer trimestre del 2019 se incrementó un 19% el servicio de atención para las víctimas de violencia de género en relación al mismo período del año 2018.
Otros de los datos que se analizaron es que el 32% de las mujeres afectadas viven con su agresor, denunciaron amenazas de muerte y además sufren un constante abuso psicológico.
Respecto del tipo de violencia, el 59% sufrió violencia física. Estos actos se clasificaron sobre la base de la definición consignada en la Ley 26.485, “la que se emplea sobre el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato/agresión que afecte su integridad física”.
También se observó que 81 mujeres (3%) se encontraban cursando embarazos al momento de realizar la denuncia.
Por eso, desde SEDEBA nos sumamos, gritamos y exigimos, una vez más ¡Ni Una Menos ¡